LA MARSEILLAISE



historia de la marsellesa 

 En 1792, tras la declaración de guerra del Rey a Austria, un oficial francés en misión en Estrasburgo, Rouget de l'Isle, compone, en la noche del 25 al 26 de abril, en casa de Dietrich, alcalde de la ciudad, un "Canto de guerra para el ejército del Rin". Dicho canto es adoptado por los federados de Marsella que participan en la insurrección de las Tullerías, el 10 de agosto del mismo año. Su éxito es tal, que se lo declara "canto nacional" el 14 de julio de 1795.
Prohibida durante el Imperio y la Restauración, la Marsellesa es rehabilitada por la revolución de 1830, y Berlioz elabora una orquestación, que dedica a Rouget de l'Isle.
La Tercera República (1879) la proclama himno nacional, y en 1887 el ministerio de Guerra, después de consultar con una comisión, adopta una "versión oficial" de la misma.
Durante la Tercera República, asimismo, los restos de Rouget de l'Isle son trasladados a los Inválidos.
En septiembre de 1944, una circular del ministerio de Educación Nacional recomienda que se cante la Marsellesa en las escuelas "para celebrar nuestra liberación y nuestros mártires".
Las constituciones de 1946 y de 1958 (artículo 2) ratifican su carácter de himno nacional.
Su autor, Claude-Joseph Rouget de l'Isle, nacio en 1760 en Lons-le-Saunier, y fue capitán del Cuerpo de Ingenieros, pero su carrera militar es bastante breve. Revolucionario moderado, se salva del Terror gracias al éxito de su canto. Autor de romanzas y de algunas óperas, vive oscuramente durante el Imperio y la Restauración, hasta su muerte en Choisy-le-Roi en 1836.
La música del "Himno de los Marselleses" se difunde en pocas semanas en Alsacia en forma manuscrita o impresa, y pronto es publicada por numerosos editores parisienses. El carácter anónimo de las primeras ediciones dio lugar a que se dudara de que Rouget de l'Isle, compositor más bien mediocre, fuera realmente su autor.
No existe una versión única de la Marsellesa: desde el principio, ésta fue puesta en música en diversas formas, con o sin canto. Por eso, al ser declarada himno oficial en 1879 sin que se especificara la versión, podía producirse un gran desorden musical cuando se reunían diferentes formaciones.
La comisión de 1887, compuesta de músicos profesionales, determinó una versión oficial, después de revisar su línea melódica y su armonización.
El Presidente Valéry Giscard d'Estaing quiso volver a una ejecución más cercana a los orígenes de la obra y le impuso un tempo más lento. Actualmente se ejecuta en las ceremonias oficiales una adaptación de la versión de 1887.
Paralelamente, la Marsellesa ha sido adaptada por músicos de variedades y de jazz



MUSEUM DU LOUVRE




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